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La jovencita de la imagen es una antigua actriz de cine cuyo nombre desgraciadamente no recuerdo, pero tiene o tenía (tiene, ya para siempre) una mirada realmente intensa, capaz de taladrar el objetivo con las pupilas. No sé si ella vive aún, pero su mirada es ya eterna.
El teléfono antiguo lo encontré en la red, me pareció precioso y lo añadí, no sé muy bien por qué, quizás sólo para insinuar que la chica está, en esa postura entre despreocupada y provocativa, esperando una llamada. Todas hemos vivido esa misma situación alguna vez, ¿verdad? :-) Con el estómago a rebosar de alas mientras nosotras revoloteábamos también en torno al teléfono.
Es ese sentimiento el que traté de plasmar en este trabajo, pero no sé si lo conseguí.
La mariposa rosada de la derecha (un color claramente equivocado aquí, qué se le va a hacer) debió escaparse a través del ombligo :-)
Espero que os guste.
Abrazos de oso a todas.
"Ojo a las situaciones inesperadas. En ellas se encierra nuestra gran oportunidad"
Virgilio
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